lunes, 8 de febrero de 2010

Campesino


Un campesino me conto, que aunque no tiene nada en su rancho, más que las pocas cosas ahumadas y viejas de su vida, la tierra que siembra no es de su propiedad, eso no importa, porque su fe y entusiasmo nace de su humildad, cada mañana se levanta con el cantar del gallo y le da gracias al Dios, al mismo Dios que permite las Guerras y los terremotos, al mismo Dios que permite que los políticos se enriquezcan, pues este campesino con sus manos callosas y su piel curtida por el sol, se levanta cada mañana con el pie derecho y con la misma mano toma la piocha y se dirige a cuidar su maizal, espera que este invierno llueva para que la cosecha se levante, no pide escuelas en su caserío, no pide carreteras, ni centros de salud, solo pide a su Dios la paz de siempre, que produce el aislamiento de su rancho, Pide que el rio siga corriendo sin basura, tener arboles para aprovechar las ramas para la leña, los pájaros cantores y su viejo radio de transistores para escuchar la marimba de sus antepasados, este campesino no pide NI MIERDA, NI MAGDALENAS NI Q 300.00, ni putas leyes que no se cumplen, ni lastima, mucho menos limosna, al único pollo que conoce es el que canta y caga y que después se lo almuerza los días festivos que son pocos.

1 comentario:

Helga F Moreno dijo...

Es muy bonito este post, ¡eso si es tener ilusion por la vida y poseyendo tan poco! Todos deberiamos ver la vida asi, con esa alegria y positividad, pero es un entrenamiento dificil a veces, pero creo que no imposible.
Me gusta mucho el blog!
Un saludo!