jueves, 31 de mayo de 2012

El niño


“Deja de soñar niño”, le dijo el maestro, al niño que se encontraba en el aula de aquella escuela semiconstruida, sentado en ladrillos a la par de aquella ventana sin vidrios en donde se filtraba el viento frio. Nunca a este niño lustrador de zapatos, quien no tenia zapatos le podían decir “deja de llorar niño” porque él nunca lloraba solo soñaba, ni cuando su padre llegaba borracho a su casa de cartón construida a la las orillas del basurero municipal y golpeaba la madre por no tener que comer, él soñaba que su padre llegaba a su casa besaba a la madre y a él le tendía la mano con un pedazo de pan, además el niño soñaba en léganos mundos donde libraba grandes batallas salvando a bellas princesas, que le recompensaban con un beso, ese beso que solo su ensangrentada madre le daba, soñaba que montado en un caballo blanco con su espada dorada, libraba una revolución por todos los miserables de su gran basurero, su país.

“Deja de soñar niño y ponte a estudiar o a trabajar”, le dijo el maestro quien aun no le habían sacado el corazón, otros que fueron niños y no soñaron, solo lloraron.

Salió el niño de la escuela simiconstruida, donde entraba el viento y el frio, en una mano la caja de lustrar zapatos, en la otra su cuaderno y en la mente, las palabras del maestro que no le habían sacado aun el corazón “deja de soñar niño y ponte a estudiar o a trabajar”, “a estudiar o trabajar” se pregunto a si mismo el niño, se fue soñando, perdiéndose entre la basura.

Autor: Mario Cifuentes


La niña


Conocí a una niña, tan blanca y linda, que por ser mas hermosa no se alimento, adelgazo y con el tiempo se volvió blanco papel, quise escribir en el papel algo hermoso, no tuve tiempo, el viento se lo llevo.
Quise escribirle que la ame y que sin ella estoy muerto, que sus depresiones, su autodestrucción, su tristeza, eran mías, se que no era antisocial, reprimida, resentida, que solo buscando la perfección encontró la muerte, la vida le fue dificil, fingiendo ser, lo que no quiere ser, aguantar hambre pero de amor, que la soledad es dura, que nos obliga al sacrificio, al engaño, que se vive hoy y mañana quien sabe y el alimento es solo un combustible, no un deleite, por ser Ana no fue mía. A veces tiramos la vida por la taza del baño.
Autor: Mario Cifuentes


martes, 29 de mayo de 2012

Soldado


Lo siento soldado, no hay causa para la guerra, fuiste creado para defender intereses económicos y políticos mucho más arriba de lo que ondea en supuesta libertad tu bandera que saludas con tanto afán, se que actúas con sinceridad  y profesionalismo pero debes despertar a la realidad que no eres más que la carne de cañón de los misteriosos tentáculos de los poderes ocultos, disfrazados en patriotismo,  se de tus desvelos, tu sacrificio, arduo  entrenamiento, pero  fue en balde, porque la guerra justificada no existe, porque la defensa de la soberanía es demagogia, porque el morir por la patria es charlatanería barata,  tomaste las armas como parte de tu cuerpo para combatir en lejanas batallas y al final el pueblo perdió y es a quien te debes  y los ganadores como siempre los que tienen el poder.
Mi respeto para los héroes que murieron en todas las guerras defendiendo un ideal de libertad si ellos lo creyeron así es, pero para mí la libertad es lejos del deseo del mercantilismo y materialismo de la sociedad que su único afán es vender la basura de la felicidad plástica que el que más tiene, más es.
De pequeños nos metieron en la cabeza que se lucha y vive por ser alguien importante, que el sistema capitalista es lo mejor, que se tiene que alcanzar una buena posición económica para ser exitoso y comprar y comprar cualquier porquería para estar satisfecho,  de niño deseo y deseo lo que tiene el vecino, no importando que venda droga a los niños del parque, o que le robe los impuestos a los indígenas del altiplano que viven en la miseria y de donde salen los soldados a defender la patria de quien, y me pregunto de quien es la patria.

En tu patria mejor si te mantienes drogado, alcoholizado, o deseando la televisión del momento, el celular de moda, porque no piensas solo vives y trabajas por comprar tu deseo y me dices que vives en libertad, que celebras la independencia de tu patria, que la esclavitud fue abolida y que eres libre para hacer lo que quieras mientras que tu patria permite que la propaganda esclavice mas tu alma a lo material.

Lo siento soldado pero las guerras son inventadas no hay nada que defender, lo siento soldado, mejor tira tu fusil y regresa con tu familia, ahí es donde podes demostrar tu valor, lo siendo soldado  así como tiraste el fusil tira el alcoholismo que es  la verdadera esclavitud autorizada y solapada por el sisteama que defiendes. Lo siento soldado pero tu lucha a terminado ya no hay campos de batalla, ni los cañones tienen que sonar, ni los tacones de los cadetes desfilar, los hijos del deber, el honor y la gloria ya no están en los cuarteles, están en la montaña cultivando la tierra que les da el fruto del sudor,  así  soldado escucha la corneta de la retirada, porque las guerras ya terminaron y no hay mas enemigo más que el que te manda a luchar.

Autor:  Mario Cifuentes