soy débil y me escude en la bebida, pasaban los días los meses, los años engañándome de ser feliz, inconscientemente pedía a Dios, un Dios lejano que me sacara de mi alcoholismo, pero me aferraba mas a mi enfermedad, rezaba y tomaba, nunca me pude haber imaginado en aquellos oscuros días que yo el bebedor iba a conocer la luz de su amor, ahora entiendo que no es necesario ver para creer, porque la vista te engaña y tu mente justifica lo que no entiende pero si se siente o se toca para mi es mucho más que ver con los ojo, porque se siente en el corazón el dulce amor de Dios, Ahora soy fuerte no por mi sino por su presencia. Me siento afortunado por recibir el don del amor, de su amor, amor que se siente en el pecho, comprendo que Dios está con migo y que nunca me abandono, yo fui el que siempre estuvo separado de él. el espíritu santo es el que me gobierna, Porque yo no tengo voluntad por mi mismo sino por él. Me dejo llevar por el viento como las nubes sin meta ni objetivo, sino por el propósito que Dios tiene para mí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario