ESTADO DE SOMNOLENCIA

Este viejo reloj de pared que perteneció a mi abuelo, ha visto pasar muchos años de la historia, quisiera destruirlo, para detener su tic tac y con ello destruir la historia vergonzosa de un país, pero realmente como destruir algo que me recuerda el sonido de una mujer con zapato de tacón alto, sonido que me mantiene esperando y me hace voltear a ver por todos lados hasta que mi vista se deleita con lo imaginado, pero tambien ese tic tac del reloj me tiene hastiado, en esta noche de insomnio obligado, en este estado de calamidad en que me encuentro, en este estado de embriagues que me quieren mantener, no puedo conciliar el sueño cuando miro y oigo tanta estupidez en los medios de comunicación, realizada por un gobierno de payasos, todo me parece como un chiste, una broma de demasiado mal gusto, debe ser real o es solo otra estúpida película guatemalteca, de la casa de enfrente protagonizada por un político, su esposa, un montón de aduladores y un pueblo silenciado, en donde tiene un final de cuento trágico, cuando dicen “Y vivieron por siempre felices en un estado de calamidad, porque ya están acostumbrados, es como su pan diario ” porque Guatemala desde los días de la conquista española donde esclavizaron y violaron a sus originales habitantes siempre ha estado en calamidad, nunca ha sido un Estado, es una finca gobernada por los descendientes de los esclavizadores, narcos y ladrones de todo tipo, quienes manipulan realmente al estado de de Guatemala en calamidad, mejor se debiera decretar un estado gaseoso donde todos los recursos economicos se evaporan y el futuro es un desierto rodeado de espejismos.
Continúa el tic tac en esta noche larga, con la mujer con medias de seda negra y zapatos de tacón alto, que me visita y decreta un estado de sitio en la cama sumergiéndome poco a poco con el ritmo del tic tac del reloj de mi abuelo, a un mundo donde no entran las películas baratas de presidentes impotentes y primeras damas insatisfechas. No me importa si se va otra ves la energía eléctrica o cortan el internet en un estado de calamidad publica.

autor: Martin Cabañas