Policiacos

Hoy si que estoy mas resentido que nunca, me duela la espalda y este bastón con que vergueo a los ladrones de bus y a los policías que no sacan fibra no me esta funcionando a la cabalidad por alguna razón desconocida, ya que me tiembla la mano mas que nunca o tal ves fue las tres horas y pico que pase haciendo cola haya en la comisaria de la PNC ubicada a un costado del centro comercial “Florida” para sacar mis antecedentes policiacos, si estuve por mas de tres horas de mi vida y yo que dije que iba a disfrutar mis últimos años pero hoy si que la pase asoleándome, viendo las lujosas y limpias camionetas que pasan en la calzada San Juan, este es un claro ejemplo del sistema administrativo guatemalteco, donde la población tiene que esperar por largas horas y en condiciones realmente incomodas por un papel llamado “antecedentes Policiacos” sin ninguna esperanza que se tecnifiquen o por lo menos de quejarse, pero yo si me queje armado hasta los dientes con todo el repertorio de palabras soeces que tengo y mi bastón, me dirigí al señor oficial de la autoridad policiaca y le pregunte cortésmente “que porque putas no avanzaba la cola ya que este viejo cerote que soy yo, tengo tres horas de estar como garrobo bajo el sol” y el policía muy cortes me contesto “señor aquí siempre es igual y si no le gusta puede marcharse a su casa ya que un anciano como usted para que quiere antecedentes policiacos, que por su avanzada edad no le dan trabajo de nada, solamente que lo utilicen para practicar autopsias los estudiantes de medicina” y yo como la gran puta le dije “puedo ser un anciano pero este bastón si me funciona y dicho eso estrellándoselo en la cabeza al valiente policía” porque que mas pueden tener en la cabeza esos policías, sino ser un cabeza hueca por tener a la población necesitada de trabajo por largar horas bajo el sol y respirando los gases negros de las camionetas y solo porque es un requisito de adjuntar semejante papel en las solicitudes de trabajo y la gente no tiene para donde mas que esperar con paciencia un mínimo de tres horas o madrugar a las cuatro de la mañana para que lo atiendan a las ocho y la vida del humilde guatemalteco es de hacer cola y estar amontonado respirando olores corporales.