En el camino de la vida me extravié, tome atajos que creí que me llevaría a verdes campos con grandes jardines y cielo azul, me equivoque, estoy en lugares oscuros como se encuentra mi alma.
Soy el que grita en la oscuridad y llora en silencio buscando una pequeña luz de orientación, veo una pequeña luciérnaga, me aferro a su luz parpadeante, que es la esperanza del perdido que desea regresar y empezar de nuevo.
Mi autoestima esta a cero grados se arrastra por pantanos de soledad, pero algo me dice que nunca es tarde así que tomare un descanso para pensar y poder tomar el camino que me lleve a esos verdes campos donde descansare y mi respiración llene de limpio oxigeno, esta autoestima que necesita regenerarse.
Lo viejo quedo atrás como la piel de la culebra en donde nace el ave que vuela libre de la indolencia y el vicio, soy el que sale del fango para ver el amanecer del día esperado.
Gracias, porque no todo esta perdido y entre los muertos surge la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario