IRREVERENTE

Irreverente, no por rebeldía sino por convicción que no hay nadie superior a nadie, pueden tener sus títulos académicos, sus altos puestos en un gobernó, pueden ser patriotas que saludan a la bandera y a sus propios intereses, pueden ser intelectuales que no les importo ni un comino, pueden ser curas o pastores de iglesia, pueden ser cantores de verdades o de ilusiones o maestros, albañiles, prostitutas o monjas, soy irreverente, no por rebeldía sino porque todos somos humanos, con debilidades, deseos carnales, económicos y muchos necesitan de la adulación para llenar su ego, pero yo no se los doy, lo que si les doy es un apretón de mano como mi igual animal humano.
Soy el irreverente no por rebeldía sino por convicción porque han engañado a un pueblo, hoy no creo en la palabra empeñada sino hasta ver lo ofrecido, pobres los que adulan a los lideres políticos porque de ellos se llena el bolsillo y después los olvidan como el perro callejero que le regalaron un pan.